El nuevo rol estratégico de Buenos Aires
Publicado: Miercoles 11 de Junio de 2008, 21:39

Buenos Aires, que hasta entonces había sido un asentamiento en los confines del Imperio español adquirió, con la creación del Virreinato del Río de la Plata, un renovado valor estratégico. No hay duda que el rápido crecimiento de Buenos Aires fue estimulado por la política efectiva de los Borbones. El frente del Atlántico proporcionó un nuevo impulso para la defensa y el desarrollo de una vasta región.

Con la mirada puesta en el ámbito rioplatense, la política borbónica se centró en tres objetivos básicos: primero, realizar un reconocimiento geográfico de las pampas y estudios científicos orientados a conocer mejor la realidad de los territorios del sur y de los grupos indígenas que dominaban los mismos; segundo, buscar nuevas rutas que facilitaran la comunicación con Chile y dinamizaran el comercio y la comunicación y tercero, fundar algunos establecimientos y fortificaciones para asegurar la soberanía española en estas tierras frente al acecho de potencias enemigas.

Mapa Virreinato Río de la Plata

No hay duda de que las décadas finales del siglo XVIII marcaron la época de mayor acercamiento de los blancos al mundo indígena, cuando numerosos viajeros por distintos motivos y de diferentes procedencias, penetraron en territorio nordpatagónico, dejándonos valiosa información que nos permite reconstruir en parte, la historia de las relaciones interétnicas de la última etapa de los Borbones.

Cumpliendo con los lineamientos geopolíticos de la dinastía borbónica, apenas iniciado el siglo XIX, la búsqueda de una ruta que permitiera una más fácil y rápida comunicación entre Chile y las Pampas. En la costa atlántica el peligro inminente de las ambiciones extranjeras, llevó a Francisco de Viedma a concretar la instalación del fuerte de Carmen de Patagones en la desembocadura del río Negro, colonia que tendría en el futuro un lugar preponderante en las relaciones entre los nativos del sur con las autoridades de Buenos Aires.

En 1792, respondiendo a la política de reconocimiento de las tierras patagónicas, el piloto español Francisco Villarino procedente de Patagones, navegó con gran dificultad el río Negro, remontó el Limay, penetrando al sur de Neuquén por el río Collón Curá, proporcionando un valioso relato de viaje y de la situación indígena que conoció. Como vemos al finalizar el siglo, las relaciones entre blancos e indios son muy dinámicas y el mantenimiento de la paz fue la condición necesaria para que ambas partes negociaran sus diferencias.

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