¿Qué aportó la investigación acerca la isla de Cozumel?
Publicado: Jueves 14 de Junio de 2007, 20:26

Esta isla, ubicada al este de la península de Yucatán sobresalió especialmente después de la decadencia de la isla Cerrito, ya en el post-clásico tardío. Cozumel comenzó a ser un centro de atracción por tener un un santuario dedicado a la diosa Ix Chel, al cual llegaban peregrinos de distintas regiones de Yucatán. Además, el dominio de la navegación marítima de los grupos “putún”, alcanzado durante los siglos anteriores, se especializó en actividades de comercio a larga distancia, generando una red de intercambio muy compleja a través de la que llegaban a todas las regiones de Mesoamérica. Desde entonces la isla se convirtió en cabeza de puente y en almacén de productos destinados al comercio.
El intercambio fue diferente a lo conocido anteriormente, ya que los putunes se dedicaron a elaborar vasijas en serie utilizando moldes, además las materias primas eran más bien de segunda calidad y las terminaciones de las piezas podrían definirse como rústicas. Sin duda, este comercio estaba destinado a abastecer a las comunidades, no a las elites. Este cambio a fines del post clásico es muy interesante porque permite pensar acerca de la estrategia del mundo maya para sobrevivir en tiempo de gran expansión demográfica y de luchas políticas, problemas que habían llevado a la Triple Alianza y a los Incas a una crisis profunda que no pudieron resolver, especialmente por la llegada de los españoles, quienes a su vez supieron sacar ventajas de tal situación.
En el caso de los mayas, existió una actitud “pragmática”, es lo que se ha llamado “reorientación cultural”, en el sentido de que los mayas hicieron un cambio fundamental en su organización (ver Sabloff y Rathje, 1992). En este nuevo orden, la teocracia, las demandas de la elite y las construcciones imponentes no eran prioridad. Por este motivo, tampoco llamaron demasiado la atención de los españoles y la conquista fue más tardía.
El intenso intercambio dio lugar al surgimiento de una nuevo estamento social, los “mercaderes navegantes” quienes obtuvieron poder y prestigio y llegaron a tener su propia deidad protectora de los viajes y del comercio. El objetivo central era mantener las rutas de comercio, monopolizar circuitos y accesos a la gran diversidad de productos que ofrecía la región mesoamericana. La organización de estas actividades condice con los datos arqueológicos sobre la existencia de distintos tipos de puertos, con la cantidad de canoas circulando diariamente cargadas de todo tipo de productos y con las ferias locales destinadas al intercambio.
En conclusión, los mayas del post clásico tardío mostraron su capacidad de elaborar nuevas estrategias para resolver y sobrevivir a desafíos de la época.

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