La política en las fronteras indígenas del sur
Publicado: Miercoles 11 de Junio de 2008, 21:43

Buscar las estrategias más adecuadas para la pacificación fue un real desafío para las autoridades borbónicas dado que después de más de dos siglos de conquista, los indígenas no sometidos seguían ocupando grandes extensiones geográficas, entre ellas las pampas y la patagonia. Estas sociedades habían aprendido a defenderse y a reaccionar ante cualquier intento de sometimiento. Los mecanismos de alianzas y negociación fueron determinantes para sobrellevar los conflictos fronterizos.

El enfrentamiento entre unos y otros en defensa de sus espacios e intereses provocó una permanente necesidad de negociar con los que dominaban más allá de las respectivas líneas de frontera. En este plano, las negociaciones revisten un renovado significado.
Desde los inicios de la colonia los monarcas españoles se habían enfrentado en reiteradas oportunidades con grupos indígenas difíciles de conquistar, tal como ocurrió con los grupos de la Araucanía. Todo esa experiencia acumulada sirvió para que los Borbones intentaran innovar las estrategias de acercamiento. Para la segunda mitad del siglo XVIII, las fronteras de América pasaron a ser una preocupación central en el marco de la política reformista de los Borbones.

La nueva política se esmeró en conseguir la lealtad de los indígenas hasta entonces no sometidos. Al mismo tiempo los funcionarios borbónicos formados en los principios de la ilustración, y en especial durante el reinado de Carlos III, trataron de adoptar una política que garantizara el aumento de los ingresos de la corona y un mayor conocimiento de las posesiones sobre las que menos conocía.

Los Habsburgos y los primeros Borbones no habían tenido especial interés en conquistar tierras de indios semi-nómades y de pocos recursos. Sumirse en una guerra en territorios de difícil geografía era una empresa de alto riesgo y poco redituable. Pero hacia 1770 se fue tornando cada vez más difícil ignorar el territorio indígena que circundaba al imperio.

La guerra de araucanos contra españoles

La fuerza que habían adquirido los nativos, constituía una seria amenaza para la viabilidad económica de las colonias, así como para la integridad de los territorios. El temor de que los indígenas se aliaran con Inglaterra - principal enemigo europeo - era una preocupación permanente para la monarquía. Esta alianza podía facilitar a la potencia inglesa la expansión en tierras que España nunca había ocupado efectivamente, como lo eran las costas atlánticas y pacíficas de la Patagonia hasta el estrecho de Magallanes.

Si los extranjeros obtenían la alianza de los indígenas lograrían no sólo facilitar el contacto directo, sino también la posibilidad de ocupar el territorio español.

(En: Varela, Gladys y Manara, Carla: Tiempos de transición en las fronteras surandinas: de la colonia a la república. En: Bandieri, S. (coordinadora) Cruzando la cordillera. La frontera argentino chilena como espacio social. Neuquén, CEHIR, UNCo, 2001, primera parte, pp. 31-63.)

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