La riqueza de la Puna
Publicado: Miercoles 10 de Agosto de 2011, 20:14

La región de la puna, la alta montaña, por encima de los 4000 metros, se caracteriza por el contraste de las temperaturas del día y la noche y por su relieve irregular. La adaptación a las condiciones de esta región requirió de conocimientos precisos.


La existencia de ganadería de camélidos -llamas, alpacas, vicuña y guanacos- siempre ha sido un recurso importante para los pueblos andinos. De estos animales se hacían diversos usos y eran la fuente esencial de carne, cueros y lanas que nunca dejaron de tener demanda. Así, la llama era muy estimada por su lana, se la esquilaba y luego se la dejaba libre para no reducir su número. En cambio el guanaco se destinaba a la caza por su carne, que se consumía fresca o bien era secada al sol y deshidratada para luego conservarla almacenada en forma de charqui.

Durante el imperio incaico, la riqueza ganadera de la puna era uno de los recursos rentables más importantes. De la lana de la vicuña y de la alpaca se confeccionaban los finos tejidos llamados cumbi, que eran destinados para la elite incaica. También se usaba el curo de los camélidos para hacer calzados, cuerdas y sogas. Hasta el excremento de los animales era utilizado como combustible, muy útil en las tierras de la puna en donde no había árboles para leña. Por otra parte, las llamas eran vitales como animales de carga, razón por la cual el estado inca se preocupaba por mantener grandes rebaños de llamas. Estos animales también eran utilizados para sacrificios rituales de acuerdo a las tradiciones y creencias andinas (para ampliar véase María Rostoworosky, 1988)

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