El desarrollo urbano en América Hispana
Publicado: Martes 15 de Septiembre de 2009, 10:01

A partir de la llegada de los españoles se inició un largo y muy intrincado proceso de colonización de las tierras que se iban conquistando. A través de la fundación de ciudades se fue fomentando el asentamiento de la población y la reorganización de los nuevos espacios que habían estado en manos de los nativos.
Si nos detenemos a observar los rasgos que caracterizaron a las ciudades coloniales encontraremos mucho más que una infraestructura edilicia y un trazado de calles en forma de cuadrícula (esquema en damero). Las ciudades coloniales emergieron como centros políticos, culturales y económicos y transformaron profundamente el patrón de asentamiento de las sociedades nativas. Sabemos que muchos estados construidos por sociedades nativas (Incas, Chimú, Mexicas, Mayas, Toltecas, etc) habían tenido un notorio desarrollo urbanístico pero los españoles hicieron todo lo posible para desvanecer los rasgos típicos de las ciudades prehispánicas para imponer sus propias técnicas de construcción y hábitos culturales.

Característico diseño de damero (ciudad de Montevideo fundada en 1726).

Desde un principio los españoles buscaron que las ciudades estuviesen intercomunicadas y que respondieran a una planificación básica aunque con el tiempo cada ciudad fue adquiriendo su propia fisonomía. Las ciudades fueron convirtiéndose en centros poblacionales y en polos de atracción, algunas con mayor jerarquía que otras. En cada ciudad se generaban redes sociales muy heterógeneas dada la convivencia entre blancos, indígenas, mestizos y negros. De este entramado surgió una llamada “cultura urbana” en la que se plasmaron valores e identidades que permanecerán a lo largo del tiempo.
A su vez, las ciudades eran centros económicos dinámicos -de comercio y producción- orientados hacia la política del monopolio comercial establecido por la Corona fomentando la formación de las elites elites locales.
El proceso de urbanización en América fue contínuo y se plasmó en una cadena de ciudades a través de la cual la Corona impuso su dominio e implicó la explotación de la mano de obra nativa, el usufructo de los recursos regionales y la evangelización. Sin duda, las ciudades fueron funcionales a las necesidades de la Metrópoli y fueron un factor esencial para la dominación permitiendo el flujo initerrumpido de las riquezas americanas hacia España. Ejemplos de esto fueron ciudades como Lima, Santiago de Chile y la villa de Potosí. (Para profundizar este aspecto consúltese: DE RAMÓN, Armando: “Urbanización y dominación. Reflexión acerca del rol de las ciudades en América Latina. (1535-1625)”. En: Boletín de Historia y geografía. Universidad Católica Blas Cañas, 1999, N°12, pp.5-31.)

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