
Contenido
La guerra y el accionar bélico fueron muy notorios en el México antiguo. El desarrollo de estas actividades fue parte del crecimiento de muchas ciudades que se expandieron para obtener más recursos pretendiendo a su vez hegemonizar en la región.
La expansión territorial de los mexicas se realizó gracias a la aplicación de tácticas militares, de un numeroso ejército profesional y de una sostenida política de conquistar dominios en todas direcciones. La vida militar incidió en todos los aspectos de la vida mexica y consolidó el estado imperialista del siglo XV, el mismo que conocieron los conquistadores españoles.
Los móviles de la expansión militar eran prioritariamente dos: la búsqueda de cautivos para alimentar al dios Huizillipochtli y obtener el tributo de los pueblos conquistados. Pero también se buscaba controlar los recursos naturales, las rutas de intercambio y el acceso a objetos suntuarios. La necesidad de conquista generó una situación generalizada de violencia y de guerras en toda la región mesoamericana y al mismo tiempo que fomentó la jerarquización social y todo un arte militar, entendiéndose por ello, el conjunto de prácticas, tácticas y reglas óptimas puestas al servicio de la dominación. El efecto de estas acciones bélicas incidieron profundamente en los pueblos atacados por lo que las resistencia eran reiteradas. De tal modo, el ejército mexica estaba siempre rodeado de enemigos potenciales mientras realizaba sus campañas militares lo cual obligaba a fortalecer todo el tiempo sus defensas. Debido a esto, la práctica militar llevó a una gran especialización y sofisticación de armas, cascos y escudos protectores, diversidad de trajes militares confeccionados con ricas materias primas tributadas por los pueblos conquistados. Asimismo, se innovó en las estrategias ofensivas y defensivas (se llegó a usar paneles de abejas para tirar encima de los enemigos, o el uso del chiles quemados que hacían el efecto de lacrimógenos, etc.) y redes de espías que circulaban obteniendo información estratégica. En definitiva, la guerra fomentada desde el estado fue uno de los aspectos centrales de los mexicas al punto de producir un estilo de vida propio. Esto se refleja en la educación militar destinada a la elite que estudiaba en el Telpochcalli y para la gente del común que lo hacía en el Cálmecac. Los méritos obtenidos abrían camino para ocupara una serie de cargos marcando diferencias de status. |
Otros artículos de la sección Culturas Indígenas Americanas : UNIDAD V
- Chichén Itzá luego de la conquista
- El poder de la piedra
- Influencia incaica en el territorio que hoy es Argentina
- La especial vida de los navegantes mayas
- El enfrentamiento entre Huáscar y Atahualpa
- La historia de Chimú (Región andina- Período Intermedio Tardío)
- Los recursos rentables del tawantinsuyu
- La función de las momias en el mundo incaico
- Arqueología de alta montaña: el último descubrimiento
- La guerra civil que dividió al imperio incaico
- El arte de la guerra en el mundo azteca (mexicas)
- Manifestaciones de la vida militar de los mexica
- Las chinampas: cultivos flotantes en el valle de México
- ¿Qué se sabe de las culturas del valle de Oaxaca?
- ¿Qué se sabe de las culturas del valle de Oaxaca?
- ¿Qué se sabe de los Mixtecas?
- El avance de Chichén Itzá
- ¿En qué consistían los enclaves portuarios mayas en el pdo. Post-clásico?
- ¿Qué aportó la investigación acerca la isla de Cozumel?
- La arqueología subacuática en los cenotes mayas
- La arqueología subacuática en los cenotes mayas
- El señorío del Cuzco: comienza el poder incaico
- El mundo del Tawantinsuyu
- ¿Qué eran los quipus?
- Avances sobre el desciframiento de los quipus incas